domingo, 24 de abril de 2011

DE LAS PEÑAS DE ANDÍA A LA PEÑA ‘JENDÍA’



Por Agustín Pallarés Padilla
(LA ISLA, 27-I-1981)


Son numerosos los errores toponímicos que se observan en los mapas oficiales de Lanzarote. Los hay de diversa índole. A veces se trata simplemente de desplazamientos del nombre del lugar correcto en que debería figurar. Otras veces son mutilaciones gráficas que se producen al escribirlos con menos letras, e incluso sílabas, de las que en realidad les corresponde. En ocasiones el error consiste en emplear una ortografía defectuosa escribiéndolos con letras que no son las realmente correctas. Y, finalmente, están los yerros, que pueden ser considerados como los más graves, cuyo defecto radica en una alteración notable de grafía que llega incluso a modificar el sentido semántico auténtico del topónimo.
A uno de estos últimos casos vamos a referirnos hoy. Se trata de una gran roca aislada, posiblemente de origen errático, que se alza en solitario en las proximidades del caserío norteño de Órzola. Esta roca, que recibe en la cartografía oficial la denominación de Peñas de Andía, es conocida no obstante por los habitantes del pueblo con el nombre de La Peña Jendía.
Para comenzar ya podemos resaltar el hecho, según se ve, de que se comete error simplemente con la pluralización del nombre, puesto que se trata de una sola roca o peñasco aislado y no de un conjunto de dos o más.
Pues bien, este nombre, que ha dado pie incluso a eruditas elucubraciones sobre su etimología vasca por parte del profesor canario don Juan Álvarez Delgado, no es otra cosa que una adulteración (me figuro que consumada involuntariamente por el topógrafo que la consignó) de la voz corrupta “jendía” , por ‘hendída’ según la dicción vulgar en nuestra isla, que la ha transformado en ese presunto vasquismo de ‘Andía’.
Y, efectivamente, como podrá apreciar facilmente el que la visite, el nombre popular le está perfectamente aplicado, ya que responde claramente a la circunstancia de su particular configuración. Contemplada desde cierta distancia la roca presenta en su parte central una especie de tajo o hendidura de grandes dimensiones a la manera (bien que la comparación resulta muy burda) de lo que ocurre en la cúpula de un observatorio astronómico con la abertura que permite la visión del cielo enfocando a través de ella el telescopio.
Digamos para terminar que en el mismo Malpaís de la Corona, a unos seis kilómetros aproximadamente, en dirección SE de esta ‘Peña Jendía’, muy próxima a La Caleta de las Ajulagas, existe otra roca de igual nombre cuya homonimia obedece, precisamente, a similitud morfológica entre ambas.
 

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